Zermatt

Desnuda, parada delante del ventanal, observaba como el Sol caía tras el imponente Matterhorn. El Sol recortaba aún más si cabe la característica silueta del icónico pico alpino, y coloreaba con un tono anaranjado el cielo a su alrededor. Un par de metros detrás, también desnudo y recostado en la cama, él la observaba en silencio.

La gran chimenea mantenía la habitación caliente. La luz del fuego teñía su piel normalmente blanca como el nácar en tonos miel, y el vaivén de las llamas proyectaba su silueta sobre el suelo, haciéndola aún más irresistible. Su musculatura levemente marcada se dibujaba en su piel por el mismo juego de luces y sombras. Su pelo negro cubría parte de sus hombros, dejando al descubierto el resto de su cuerpo. Unas nalgas prominentes y tersas daban inicio a unas piernas igualmente proporcionadas. ¿Cuántas veces había recorrido con sus manos ese cuerpo? Nunca eran suficientes. Se sentía afortunado, sólo él y la montaña eran testigos de esa figura que parecía tallada en piedra. En ese momento, ella giró la cabeza hacia él y al verlo embobado le sonrió. El rubor de su cara lo hizo encenderse. Se levantó. Fue hacia ella hasta colocarse a su espalda y la besó sutilmente en los labios carnosos y rosados. Con las manos recorrió el camino desde sus hombros hasta sus manos, donde entrelazaron los dedos para a continuación rodearla con sus brazos. Ella disfrutaba de sus atenciones, cómo se acercaba a ella, cómo la acariciaba con dulzura, cómo conversaban, y también cómo se excitaba rápidamente cuando sus cuerpos se pegaban. Ya notaba su dureza presionando su cuerpo. Las manos que la abrazaban empezaron a recorrer sus pechos en pequeños círculos, poniendo sus pezones duros y erizando el vello de su piel, para luego pasar por su vientre y sus caderas mientras recibía sus besos en el lateral del cuello. El aliento cálido de su nariz le hacía cosquillas en la oreja, y eso la hacía estremecerse. No esperó más y tomó la iniciativa. Giró sobre sí misma y saltó sobre él, entrelazándolo con las piernas en la cadera y los brazos alrededor del cuello. Él fue hábil y la agarró rápidamente de las nalgas. Caminó con ella unos pasos y la pegó contra el cristal del gran ventanal. Ya sentía el calor húmedo de su sexo donde entró sin dudarlo, sintiendo sus paredes apretadas e iniciando un empuje acompasado con la cadera. Ella abrió la boca y jadeó suavemente cuando notó como él se habría paso dentro de ella. Mordió sus labios, y dejó que él comiera de sus pechos mientras la penetraba contra la ventana. El cristal estaba caliente, lo notaba en su culo y espalda. La idea de que alguien pudiera ver su cuerpo de espaldas contra el cristal mientras tenía sexo la excitaba, mas la montaña y los valles eran los únicos espectadores. El sudor hacía brillar su piel y para estabilizarse abrió los brazos y apoyó las palmas en el cristal. Lo último que quería era dejar de verlo entregado, pero ella tenía otra idea.

―Bájame, cambiemos ―le susurró, sonriendo y besándolo.

Ella se puso a gatas en la alfombra con una mano apoyada en el suelo y la otra agarrando una nalga y retirándola, dejando bien visible sus labios enrojecidos.

―Ven, sé que te gusta ―dijo mientras su sonrisa pícara lo tentaba aún más.

Él se abalanzó sobre ella, la agarró de las caderas y la penetró profundamente, lento. En esa posición la punta de su pene rozaba su cueva de las maravillas, con lo que mantenía constante su excitación. Le encantaba como él la agarraba de manera firme en las caderas y la hacía suya. En cada embestida hacía vibrar todo su cuerpo, ella arqueaba su espalda hacia abajo y subía su cabeza, casi como si aullara cual lobo. No hay nada como ver el deseo de esa persona transformado en una voluntad firme alcanzar el máximo placer. El caballo se había desbocado y aunque lo disfrutaba, era hora de domarlo. Consiguió hacerse con el ritmo y llevarlo a su terreno. Comenzó a girar las caderas y el tronco en círculos sintiendo mucho placer, y escuchando como él también jadeaba, a punto de explotar. Al cabo de un minuto, sintió la calidez de su esencia llenándola por completo. “No hay nada como esa sensación de sentirlo terminar” pensó para sus adentros. Aceleró los giros y con una mano frotó rápidamente su clítoris en círculos, y jadeó, jadeó de manera larga e intensa cuando ella también llegó al clímax. Él cayó sobre la alfombra de espaldas con la respiración agitada y completamente mojado a causa del sudor. También ella, con todo su cuerpo brillante se subió encima de él, acarició su pelo y lo besó.

Él miraba cómo le sonreía y le dijo: ―Te quiero.

Al escucharlo, ella pensó en el querer. ¿Qué era querer en ese mundo efímero que los dos habían creado durante tres días? ¿Querer poseer a esa otra persona? ¿Querer compartir más momentos como ese? ¿Querer transformarlo en algo más? Ser consciente de la brevedad del momento, de que terminará, de que no durará. O a lo mejor, era negarse a aceptarlo y rebelarse contra ese universo que acecha fuera, aferrándose a ese instante. Estrujarlo y apretarlo para no dejarlo escapar, vivirlo más intensamente, y decir te quiero, decirlo muchas veces. Quizás así se crease un bálsamo que hiciese soportable la idea de abandonar la habitación y seguir con una vida, en la que no existen chimeneas que dan color a la carne, ni Matterhorns que sean testigos de ello. Ella no lo sabía y seguramente él tampoco.

Volvió a besarlo y mientras le guiñaba un ojo dijo: ―Te espero en la ducha, todavía no hemos terminado.

Comentarios

4 respuestas a “Zermatt”

  1. Avatar de dakotazen75

    Un relato que combinan muy bien el deseo y la pasión.

    Buen día👋🏻

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    1. Avatar de NMR

      Me alegra que te guste. Esas burbujas que se crean y las preguntas sobre qué es querer a alguien.

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      1. Avatar de dakotazen75

        En la plataforma que te comenté puedes darte a conocer y tambien conocer otros blogs activos. Te la recomiendo.

        https://bloguers.net/

        Saludos.

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      2. Avatar de NMR

        Sí ya me registré. He estado descansando unos días, pero ya estoy en Bloguers.net también. Muchas gracias por la información ^^

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